El Mundo que Nosotros Vemos (español)

Hoy, llamé a un taxista que conozco para ir al lugar de reunión.


Él no vino a tiempo y por eso le llamé.

Taiki: ¿Dónde está usted? ¿No viene?

El Taxista: ¡Ah, ahorita estoy llegando!

Taiki: Ok, ok, le espero aquí.



........


5 minutos,

No viene. Llamé otra vez.



Taiki: ¿Hey dónde está? ¿Estoy esperándole aquí eh?

El Taxista: Ah, estoy largo, hermano, llego dentro de 10 minutos.




...........


10 minutos,


Taiki: ¿Hey, qué está haciendo?

El Taxista: Me estoy cambiando de mi pantalón en mi casa, hermano!!

Taiki: ¿Qué? Dijo que iba a llegar dentro de 10 minutos ¿no?

El Taxista: Ah sí, perdón, allí llego.


..............

5 minutos,



Taiki: ¿No vas a venir? (Empece a tutearle por mi enojo...:D)

El Taxista: Ah hermanito, perdón pero ya no puedo.

Taiki: ¡Sos super irresponsable, ya no te voy a llamar, adios!









Quizás, es el caso extremo pero situaciónes parecidas suceden con frecuencia aquí en Nicaragua.

(para evitar el malentendido, quisiera agregar que no todas las personas son así. Obviamente, hay gente puntual. Nunca se puede generalizar. Solamente cuento esta historia para introducir el argumento siguiente.)




Aunque me enojé en el momento, después de un rato, empecé a reflexionar sobre el caso.


Yo sabía que el taxista no era una persona mala. Entonces, ¿por qué él lo hizo?











Mi conclusión temporal es que el mundo que nosotros estamos viendo es diferente.

Yo sé que él no tenía ninguna intención mala. A lo mejor, actuar así era normal para él.







Dependiendo de la cultura, educación, idioma u otros factores que tiene una persona, difiere el mundo que se ve.




En otras palabras, el reconocimiento del mundo es diferente dependiendo de los factores que uno ha tenido en su vida.

No es cuestión de bueno o malo. Es una diferencia.





Quizás, para el taxista, no llegar al tiempo o romper su promesa no era una cosa grave. Quizás, si otro taxista hace la misma cosa a él, no se enojará.

Por eso, él pensó que no me enojaría tampoco si él lo hacía.
Quizás, él no entendió por qué yo estaba tan enojado,



Y no tengo intención de acusarlo si era normal para él.
Quizás, para él, el hecho de que yo me enojé tanto era más grosero que no llegar.






No puedo juzgar el valor de reconocimiento de los demás desde punto de vista mía.






Sin embargo, si avanzamos esta lógica al extremo, ¿tenemos que respetar el reconocimiento de una persona que piensa que robar cosas o matar la gente es normal?






En cierto punto, hay que juzgar si es bueno o malo.






Lo más difícil de cooperación internacional es este punto, creo yo.

Y no solamente para el mundo de cooperación internacional porque de todos modos, el mundo está globalizándose y va a globalizarse más.





En el futuro, más gente va a convivir en el mismo lugar y van a mezclarse la cultura, nivel de educación, raza, religión, idioma, etc.





¿Cómo se puede juzgar el valor de otro mundo?

¿Cómo reconocemos el reconocimiento de otras personas?